1. ¿De qué manera el capitalismo de vigilancia ha afectado la toma de decisiones en sus vidas profesionales, políticas, educativas, culturales? ¿Consideran que afecta el desarrollo de su personalidad?

Consideramos que el impacto del capitalismo de vigilancia en la toma de decisiones puede ser mucho más sutil de lo que parece. Es innegable que la información a la que estamos expuestas influye en nuestras elecciones, pues los algoritmos están diseñados para moldear nuestras preferencias y dirigirnos hacia ciertos contenidos. Sin embargo, esto no significa que el efecto sea inmediato o absoluto.Si bien no siempre cedemos a esa influencia, es cierto que la repetición constante de ciertos mensajes puede terminar condicionando nuestras perspectivas y hábitos. A largo plazo, este fenómeno puede afectar el desarrollo de la personalidad, especialmente cuando el contenido consumido se vuelve parte de nuestra rutina diaria y de nuestra identidad digital. En ese sentido, el capitalismo de vigilancia no solo influye en nuestras decisiones profesionales, políticas, educativas y culturales, sino que también tiene el potencial de moldear nuestra forma de percibir el mundo y a nosotros mismos.

2. ¿Qué tipo de juegos sienten que han jugado en el mundo y la sociedad digital? ¿Qué sienten que han ganado al jugarlos? ¿Qué han perdido?

Hemos estado jugando casi toda nuestra vida con las redes sociales, desde el momento en que aprendimos a usarlas hasta ahora, cuando nos hemos convertido en expertos casi sin darnos cuenta. Al principio, el juego parecía inofensivo: explorar, conectar, compartir. Aprendimos sus reglas poco a poco, adaptándonos a cada nueva plataforma, cada tendencia, cada actualización de algoritmos. Con el tiempo, sin embargo, el juego cambió. Pasamos de jugar por curiosidad a jugar con estrategia, entendiendo qué funciona y qué no en este ecosistema digital. Nos volvimos expertos en manejar nuestra imagen, en interpretar métricas, en navegar la sobrecarga de información. Pero con esa maestría también vino una nueva sensación: el miedo. Miedo a ser demasiado visibles, a que cada acción quede registrada, a que el algoritmo nos conozca mejor de lo que nos conocemos a nosotros mismos. Hemos ganado conocimiento, habilidades y una presencia digital que puede abrir puertas. Pero también hemos perdido espontaneidad, privacidad y, en cierto sentido, la libertad de interactuar sin que todo tenga una consecuencia dentro del sistema. Ahora, más que nunca, somos conscientes de que el juego nunca ha sido solo nuestro.

3. Identifiquen una situación de capitalismo de vigilancia en su vida cotidiana. Descríbala y reflexionen sobre: ¿Que tipo de derechos ciudadanos sienten que se han visto vulnerados en esta situación?

Una situación cotidiana de capitalismo de vigilancia que hemos experimentado ocurre cuando hablamos de un tema en voz alta cerca de nuestros dispositivos y, poco después, recibimos anuncios relacionados en nuestras redes sociales o navegadores. Aunque no hemos dado un permiso explícito para que nuestras conversaciones sean escuchadas, parece claro que nuestros datos están siendo recolectados y utilizados sin nuestro consentimiento pleno. Esta situación vulnera varios derechos ciudadanos fundamentales. Primero, nuestro derecho a la privacidad, ya que se recopila información personal sin que tengamos un control real sobre ella. Segundo, nuestro derecho a la autonomía en la toma de decisiones, pues la personalización extrema de contenido puede manipular nuestras elecciones sin que nos demos cuenta. Y tercero, nuestro derecho a la información libre y transparente, ya que los algoritmos deciden qué vemos y qué no, limitando nuestra exposición a diversas perspectivas.Este tipo de vigilancia nos recuerda que, en la sociedad digital, no solo somos consumidores, sino también productos dentro de un sistema diseñado para predecir y modelar nuestro comportamiento.

4. ¿Consideran que es importante tomar consciencia del entorno de vigilancia en el mundo digital? ¿Por qué? ¿Qué tipo de “Gran hermano” les genera mayor preocupación?

Si es algo verdaderamente importante, los niños de hoy en día están en formación y el consumo de contenido “basura”, que no es apropiado y puede afectar la formación de un ser que apenas aquiete su propia conciencia, ahora cuando hablamos de los adultos, a muchos que están conscientes de si creer o no el contenido, de tomar las decisiones de manejar nuestro propio contenido, no digo que no hayan personas que se dejen llevar pero ya son adultos y saben tanto quienes son como el tipo de contenido que consumen

5. ¿Que tipo de acciones realizaría para ejercer y proteger sus derechos ciudadanos en un contexto de vigilancia?

Para proteger nuestros derechos en un mundo cada vez más vigilado, es importante tomar medidas que nos ayuden a recuperar el control sobre nuestra información y nuestras decisiones. Algo tan simple como limitar el tiempo que pasamos en redes sociales puede marcar la diferencia, evitando que los algoritmos dicten qué vemos y qué pensamos. También es clave aprender a cuestionar la información que consumimos, porque, como menciona Shoshana Zuboff, el verdadero poder del capitalismo de vigilancia no está solo en recolectar datos, sino en influir en nuestras decisiones sin que nos demos cuenta. Además, podemos tomar acciones concretas, como ajustar la configuración de privacidad en nuestras aplicaciones, desactivar rastreos innecesarios y usar herramientas que nos ayuden a proteger nuestros datos. No se trata de vivir con miedo, sino de ser conscientes y elegir con más libertad.

Pero más allá de lo que hagamos individualmente, también es importante pensar en el impacto colectivo. No podemos normalizar que nuestra información sea usada sin nuestro consentimiento o que nuestra atención se convierta en un producto más en el mercado digital. Por eso, es fundamental exigir regulaciones que protejan nuestra privacidad y promover la educación digital, especialmente en las nuevas generaciones, que están creciendo en un entorno donde la vigilancia parece parte natural de la vida. La tecnología no tiene que ser nuestra enemiga, pero tampoco debemos dejar que decida por nosotros. Entender cómo funciona este sistema es el primer paso para usarlo a nuestro favor en lugar de ser utilizados por él.